Para terminar leímos también dos cuentos de Augusto Roa Bastos.
Aquí la entrega correspondiente a “Encuentro con el traidor”.
Aquí la entrega correspondiente a “Encuentro con el traidor”.
LA REPISA
Por Andrea V. Arenas
Les sigo de cerca desde el puesto de periódicos. Sé que se han reconocido.
Paso a paso voy conociéndolos. Diferentes caras de una misma moneda: la guerra.
Cada uno analizando al otro. El uno sabiendo los motivos del otro. Y el otro dando rienda suelta al odio acumulado durante tantos años.
Habían estado muertos y de pronto resucitan.
Ninguno se ha percatado de mi presencia. Me aproximo un poco más, no demasiado.
Los compañeros de ideales se separaron hace 30 años. Uno aceptó seguir viviendo como un infame, mientras el otro ha vivido esperando este preciso momento para cobrarse.
Ya a más corta distancia presencio el encuentro y me desarmo a la par que el rencoroso.
De pronto el otro voltea hacia mí y su media mirada me revela la verdad y me hace cómplice y amiga.
Sólo él y yo sabemos el secreto, y aunque me asalta la idea de revelarlo, es entonces cuando comprendo que pese a ser el personaje de un cuento nunca podría traicionar su confianza.
Paso a paso voy conociéndolos. Diferentes caras de una misma moneda: la guerra.
Cada uno analizando al otro. El uno sabiendo los motivos del otro. Y el otro dando rienda suelta al odio acumulado durante tantos años.
Habían estado muertos y de pronto resucitan.
Ninguno se ha percatado de mi presencia. Me aproximo un poco más, no demasiado.
Los compañeros de ideales se separaron hace 30 años. Uno aceptó seguir viviendo como un infame, mientras el otro ha vivido esperando este preciso momento para cobrarse.
Ya a más corta distancia presencio el encuentro y me desarmo a la par que el rencoroso.
De pronto el otro voltea hacia mí y su media mirada me revela la verdad y me hace cómplice y amiga.
Sólo él y yo sabemos el secreto, y aunque me asalta la idea de revelarlo, es entonces cuando comprendo que pese a ser el personaje de un cuento nunca podría traicionar su confianza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario